Review - Call of Cthulhu
¿Cómo? ¿Otra review, y en un lapso tan decente de tiempo?

Pues sí, estamos inspirados. Hoy os queremos traer, de la mano de Cyanide Studio, y el primer juego que sale de la lista de proyectos de este blog, Call of Cthulhu.

Siendo sinceros, no somos los mayores fans de Lovecraft. No por que no nos guste, simplemente porque no hemos tenido el placer de leer muchas de sus historias, aunque personalmente nos sintamos atraídos por la idea de los culto a dioses antiguos (Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn).
Sea como sea, estuvimos siguiendo este juego desde su primer anuncio, y el día de salida fuimos corriendo a probarlo. Lo primero que nos sorprendió fue que mi PC, tan querido como odiado, consiguiera que el juego funcionara sin lag. A partir de ahí sólo puede ir a mejor, ¿verdad?
Como ya se mencionó anteriormente, la trama del Call of Cthulhu gira entorno a Edward Pierce, ex soldado y detective privado al borde del fracaso, que recibe un caso especialmente curioso: un hombre le trae el último cuadro de su hija, una famosa pintora recientemente fallecida en un incendio (supuestamente provocado por ella), en el que se muestra un ser de aspecto horrendo. "Dígame, señor Pierce", dice, "¿Cree que esto es algo que pintaría una persona desequilibrada?". Tras aceptar el caso, nuestro protagonista embarca rumbo a la isla de Darkwater, donde pondrá a prueba sus dotes de investigador, sus habilidades médicas y, sobre todo, su cordura.
Comenzando por lo básico, la historia nos ha gustado. No es una de esas historias que tienen un hueco en tu corazón, para que engañarnos, pero es una historia interesante, y que siempre te empuja a averiguar más. Es un juego en primera persona, lo cual está bien, y es un juego centrado no en el combate (que realmente no te puedes pegar con tu imaginación desbordada), sino en la investigación y en la resolución de puzzles. A pesar de su trama lineal, que no permite las misiones secundarias, sí encontramos algo (tampoco mucho) de exploración del entorno, pudiendo buscar y coleccionar las cosas que, poco a poco, harán que nos volvamos locos (Tenemos el Necronomicon, ¡yupi!).
Sin embargo, encontramos que lo que más debía llamar la atención pasaba prácticamente desapercibido. Al estar en la piel de Edward Pierce esperábamos investigación de la buena, y lo único que recibimos fue algo mediocre, casos y puzzles que se resolvían prácticamente solos si encendías la lámpara, o mirabas detrás de la estantería. Los personajes estaban poco definidos, y exceptuando al protagonista, a ninguno llegabas a conocerlo lo suficiente como para encariñarte de él. Hablando del protagonista en sí, tienes que quererlo. Quizá sea su manera de remarcar lo obvio, o su habilidad para recomponerse rápidamente de un ataque de ansiedad, como si nada hubiera ocurrido. Qué diablos, seguramente sea la voz de Anthony Howell, compartida con el protagonista del Vampyr. La cuestión es que tienes que quererlo.
Resumiendo, para no enrollarnos más, Call of Cthulhu no está mal. No es uno de los mejores juegos de la historia, eso lo tenemos claro, pero podría ser peor, mucho peor. No sabemos si Cyanide Studio piensa hacer más entregas, pero si es así, el juego, como primera toma de contacto con los mitos de Lovecraft, está bien.
¿Lo habéis podido jugar? ¿Qué os ha parecido? Y si no lo habéis jugado, probadlo estas navidades, porque no hay mejor opinión que la que uno mismo se forma. Sea como sea, estamos aquí para escuchar vuestras opiniones y comentarios.
Y cerrando el post, ¡nos vemos en la próxima hoguera!

Pues sí, estamos inspirados. Hoy os queremos traer, de la mano de Cyanide Studio, y el primer juego que sale de la lista de proyectos de este blog, Call of Cthulhu.

Siendo sinceros, no somos los mayores fans de Lovecraft. No por que no nos guste, simplemente porque no hemos tenido el placer de leer muchas de sus historias, aunque personalmente nos sintamos atraídos por la idea de los culto a dioses antiguos (Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn).
Sea como sea, estuvimos siguiendo este juego desde su primer anuncio, y el día de salida fuimos corriendo a probarlo. Lo primero que nos sorprendió fue que mi PC, tan querido como odiado, consiguiera que el juego funcionara sin lag. A partir de ahí sólo puede ir a mejor, ¿verdad?
Como ya se mencionó anteriormente, la trama del Call of Cthulhu gira entorno a Edward Pierce, ex soldado y detective privado al borde del fracaso, que recibe un caso especialmente curioso: un hombre le trae el último cuadro de su hija, una famosa pintora recientemente fallecida en un incendio (supuestamente provocado por ella), en el que se muestra un ser de aspecto horrendo. "Dígame, señor Pierce", dice, "¿Cree que esto es algo que pintaría una persona desequilibrada?". Tras aceptar el caso, nuestro protagonista embarca rumbo a la isla de Darkwater, donde pondrá a prueba sus dotes de investigador, sus habilidades médicas y, sobre todo, su cordura.
Comenzando por lo básico, la historia nos ha gustado. No es una de esas historias que tienen un hueco en tu corazón, para que engañarnos, pero es una historia interesante, y que siempre te empuja a averiguar más. Es un juego en primera persona, lo cual está bien, y es un juego centrado no en el combate (que realmente no te puedes pegar con tu imaginación desbordada), sino en la investigación y en la resolución de puzzles. A pesar de su trama lineal, que no permite las misiones secundarias, sí encontramos algo (tampoco mucho) de exploración del entorno, pudiendo buscar y coleccionar las cosas que, poco a poco, harán que nos volvamos locos (Tenemos el Necronomicon, ¡yupi!).
Sin embargo, encontramos que lo que más debía llamar la atención pasaba prácticamente desapercibido. Al estar en la piel de Edward Pierce esperábamos investigación de la buena, y lo único que recibimos fue algo mediocre, casos y puzzles que se resolvían prácticamente solos si encendías la lámpara, o mirabas detrás de la estantería. Los personajes estaban poco definidos, y exceptuando al protagonista, a ninguno llegabas a conocerlo lo suficiente como para encariñarte de él. Hablando del protagonista en sí, tienes que quererlo. Quizá sea su manera de remarcar lo obvio, o su habilidad para recomponerse rápidamente de un ataque de ansiedad, como si nada hubiera ocurrido. Qué diablos, seguramente sea la voz de Anthony Howell, compartida con el protagonista del Vampyr. La cuestión es que tienes que quererlo.
Resumiendo, para no enrollarnos más, Call of Cthulhu no está mal. No es uno de los mejores juegos de la historia, eso lo tenemos claro, pero podría ser peor, mucho peor. No sabemos si Cyanide Studio piensa hacer más entregas, pero si es así, el juego, como primera toma de contacto con los mitos de Lovecraft, está bien.
¿Lo habéis podido jugar? ¿Qué os ha parecido? Y si no lo habéis jugado, probadlo estas navidades, porque no hay mejor opinión que la que uno mismo se forma. Sea como sea, estamos aquí para escuchar vuestras opiniones y comentarios.
Y cerrando el post, ¡nos vemos en la próxima hoguera!
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