Review - La Tierra Media: Sombras de Guerra
Buenas noticias para los fans del Señor de los Anillos (o no, depende de cada uno), porque hoy traemos la review de La Tierra Media: Sombras de Guerra.

Sabemos que es un juego que, en cierto modo, divide a los fans de la saga, pero aseguramos que nuestra opinión no es la verdad absoluta, por lo que podéis compartirla o no. ¡Dentro review! Avisamos, como siempre, de que habrá SPOILERS, por lo menos del primer juego. No sigas leyendo si tienes intención de pasártelo (o sí, soy la escritora, no un policía).
Todos sabemos que El Señor de los Anillos es una de las sagas de fantasía más famosas de todos los tiempos. Te guste o no, seguro que has oído hablar de ella, o de su autor, J. R. R. Tolkien. Aun no siendo la primera, ni la única, adaptación, Monolith Productions ya nos trajo en 2014 el primer videojuego de La Tierra Media, titulado Sombras de Mordor. En él, tomábamos el control de Talion, un hombre que acaba de perder su familia y su propia vida, hasta que conoce al espíritu de Celebrimbor, quien revela haber ayudado a Sauron con la forja de los anillos de poder y que, poco después, forjará un último anillo con intención de detener al señor oscuro. Talion y Celebrimbor se embarcarán en una aventura en la que, gracias al nuevo anillo, dominarán a las huestes de Sauron, creando así un ejército de orcos digno de hacerle frente. Tras muchas batallas por el control de Mordor, con alianzas inesperadas (Club oficial de fans de Ratbag™) y mucha sangre derramada, nuestros protagonistas acaban con uno de los líderes del ejército de Sauron y, finalmente, se retiran, para planear una nueva estrategia o para irse a la playa, eso ya no lo sabemos. La cuestión es que, en 2017, Monolith Productions saca a Talion del cajón y nos trae Sombras de Guerra, la continuación directa de la saga.
La verdad es que las cosas no cambian mucho de un juego a otro. Si habéis jugado a los Batman Arkham estaréis familiarizados con los controles, con un botón para pegar, otro para bloquear, y otro para esquivar (en serio, no tiene más). Lo que sí se ha añadido han sido nuevas mecánicas para el control de los orcos, además de alguna que otra bestia de más para montar, cuyo control a menudo sigue siendo tan errático como en la primera entrega. Si dijéramos que ha mejorado el "parkour", o el sigilo, estaríamos mintiendo, porque más de una vez hemos insultado a Talion por haber saltado hacia atrás cuando debía seguir subiendo la maldita torre. En los gráficos, por supuesto, sí que encontramos una mejora significativa, pero sin pasarse, y la historia... bueno, pues no está mal. Sombras de Mordor no destacaba por tener una historia memorable (de hecho, nos ha costado recordar cómo acababa para escribir esta review), y esta segunda entrega tampoco es que se haga un hueco en nuestros corazones. No es que sea aburrida, ni mucho menos, porque de una manera o de otra han conseguido meter más misiones y más personajes importantes, como la elfa Eltariel, el espíritu del bosque, Carnán, o nuestro favorito, el olog Brûz.

Sombras de Guerra nos trae a Talion y a Celebrimbor en otra aventura con muchas, muchas muertes (tuyas o de orcos) y personajes que ya conocíamos, como Ella-Laraña (después de escuchar She-lob todo el rato se nos hace raro, vale), o el propio Sauron, ¡ahora en forma de elfo guapete! Con controles decentes, que sacan de quicio alguna que otra vez, una historia normalilla y, lo más importante, un ejército de orcos, Sombras de Guerra es un videojuego que pasa desapercibido, pero que si no tienes nada mejor que hacer es un buen entretenimiento. Además, si te gusta competir con otros jugadores, o presumir de tu ejército, Monolith Productions incorpora una función online en la que podrás asaltar fortalezas de otros jugadores, o vengarlos cuando caen a manos de capitanes orcos a cambio de un equipo mejor.
¿En resumen? Sombras de Guerra es un juego normal, ni muy malo ni muy bueno. A nuestro gusto, está mejor que su entrega anterior, pero es bastante posible que lo dejemos en la estantería y no volvamos a jugarlo en mucho tiempo. Si te gusta El Señor de los Anillos siempre se puede jugar, aunque algunas cosas chirríen un poco con el lore original, pero posiblemente lo que más atraiga del juego sea, tal y como hemos dicho antes, la posibilidad de crear tu propio ejército. A nosotros nos divierte, y el juego en sí nos ha gustado. ¿Repetiríamos? Posiblemente no, pero que eso no os desanime.
En fin, esperamos que os haya gustado la review, y que a pesar de nuestros comentarios decidáis echarle un ojo (cuando esté de oferta, para qué engañarnos) para formaros vuestra propia opinión. Para próximas reviews, aunque tenemos muchas pendientes, recordamos que podéis sugerirnos cualquier cosa, aunque dependiendo de la época aceptaremos la sugerencia o la dejaremos en espera.
¡Nos vemos en la próxima hoguera!

Sabemos que es un juego que, en cierto modo, divide a los fans de la saga, pero aseguramos que nuestra opinión no es la verdad absoluta, por lo que podéis compartirla o no. ¡Dentro review! Avisamos, como siempre, de que habrá SPOILERS, por lo menos del primer juego. No sigas leyendo si tienes intención de pasártelo (o sí, soy la escritora, no un policía).
Todos sabemos que El Señor de los Anillos es una de las sagas de fantasía más famosas de todos los tiempos. Te guste o no, seguro que has oído hablar de ella, o de su autor, J. R. R. Tolkien. Aun no siendo la primera, ni la única, adaptación, Monolith Productions ya nos trajo en 2014 el primer videojuego de La Tierra Media, titulado Sombras de Mordor. En él, tomábamos el control de Talion, un hombre que acaba de perder su familia y su propia vida, hasta que conoce al espíritu de Celebrimbor, quien revela haber ayudado a Sauron con la forja de los anillos de poder y que, poco después, forjará un último anillo con intención de detener al señor oscuro. Talion y Celebrimbor se embarcarán en una aventura en la que, gracias al nuevo anillo, dominarán a las huestes de Sauron, creando así un ejército de orcos digno de hacerle frente. Tras muchas batallas por el control de Mordor, con alianzas inesperadas (Club oficial de fans de Ratbag™) y mucha sangre derramada, nuestros protagonistas acaban con uno de los líderes del ejército de Sauron y, finalmente, se retiran, para planear una nueva estrategia o para irse a la playa, eso ya no lo sabemos. La cuestión es que, en 2017, Monolith Productions saca a Talion del cajón y nos trae Sombras de Guerra, la continuación directa de la saga.
La verdad es que las cosas no cambian mucho de un juego a otro. Si habéis jugado a los Batman Arkham estaréis familiarizados con los controles, con un botón para pegar, otro para bloquear, y otro para esquivar (en serio, no tiene más). Lo que sí se ha añadido han sido nuevas mecánicas para el control de los orcos, además de alguna que otra bestia de más para montar, cuyo control a menudo sigue siendo tan errático como en la primera entrega. Si dijéramos que ha mejorado el "parkour", o el sigilo, estaríamos mintiendo, porque más de una vez hemos insultado a Talion por haber saltado hacia atrás cuando debía seguir subiendo la maldita torre. En los gráficos, por supuesto, sí que encontramos una mejora significativa, pero sin pasarse, y la historia... bueno, pues no está mal. Sombras de Mordor no destacaba por tener una historia memorable (de hecho, nos ha costado recordar cómo acababa para escribir esta review), y esta segunda entrega tampoco es que se haga un hueco en nuestros corazones. No es que sea aburrida, ni mucho menos, porque de una manera o de otra han conseguido meter más misiones y más personajes importantes, como la elfa Eltariel, el espíritu del bosque, Carnán, o nuestro favorito, el olog Brûz.

Sombras de Guerra nos trae a Talion y a Celebrimbor en otra aventura con muchas, muchas muertes (tuyas o de orcos) y personajes que ya conocíamos, como Ella-Laraña (después de escuchar She-lob todo el rato se nos hace raro, vale), o el propio Sauron, ¡ahora en forma de elfo guapete! Con controles decentes, que sacan de quicio alguna que otra vez, una historia normalilla y, lo más importante, un ejército de orcos, Sombras de Guerra es un videojuego que pasa desapercibido, pero que si no tienes nada mejor que hacer es un buen entretenimiento. Además, si te gusta competir con otros jugadores, o presumir de tu ejército, Monolith Productions incorpora una función online en la que podrás asaltar fortalezas de otros jugadores, o vengarlos cuando caen a manos de capitanes orcos a cambio de un equipo mejor.
¿En resumen? Sombras de Guerra es un juego normal, ni muy malo ni muy bueno. A nuestro gusto, está mejor que su entrega anterior, pero es bastante posible que lo dejemos en la estantería y no volvamos a jugarlo en mucho tiempo. Si te gusta El Señor de los Anillos siempre se puede jugar, aunque algunas cosas chirríen un poco con el lore original, pero posiblemente lo que más atraiga del juego sea, tal y como hemos dicho antes, la posibilidad de crear tu propio ejército. A nosotros nos divierte, y el juego en sí nos ha gustado. ¿Repetiríamos? Posiblemente no, pero que eso no os desanime.
En fin, esperamos que os haya gustado la review, y que a pesar de nuestros comentarios decidáis echarle un ojo (cuando esté de oferta, para qué engañarnos) para formaros vuestra propia opinión. Para próximas reviews, aunque tenemos muchas pendientes, recordamos que podéis sugerirnos cualquier cosa, aunque dependiendo de la época aceptaremos la sugerencia o la dejaremos en espera.
¡Nos vemos en la próxima hoguera!
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